A lo largo de nuestra vida nos enfrentamos a diversas situaciones que ponen a prueba nuestro estado físico y mental: el nacimiento de un hijo, la pérdida de un ser querido, el padecimiento de una larga enfermedad, un despido laboral, la separación matrimonial, etc. Todas estas situaciones y muchas más pueden provocarnos un sentimiento de frustración y agotamiento físico y mental asociado al estrés y la ansiedad.
El estrés se podría definir como un conjunto de reacciones fisiológicas provocadas por la exigencia de un rendimiento muy superior al habitual. El organismo reacciona liberando hormonas, como la adrenalina y el cortisol, y nos prepara para poder afrontar y superar situaciones difíciles. En pequeñas dosis puede resultar beneficioso. El problema viene cuando se prolonga demasiado en el tiempo, convirtiéndose en un estrés crónico. Estar en un estado continuo de estrés puede provocar graves trastornos físicos y mentales. Algunas personas experimental principalmente problemas digestivos, mientras que otras pueden sufrir trastornos del sueño, dolores de cabeza, fatiga e irritabilidad. Con el tiempo puede acarrear graves problemas de salud, como la hipertensión, trastornos cognitivos, problemas cardiacos, diabetes, depresión o ansiedad.
Otra enfermedad que puede afectar y mucho a nuestro estado de bienestar es la astenia psíquica y física. Las personas que padecen de esta enfermedad presentan una sensación de debilidad y una falta de vitalidad tan grande que les impide llevar a cabo las actividades de la vida cotidiana, como salir a caminar, trabajar, hacer las tareas del hogar, etc.
Se caracteriza por una sensación de cansancio extremo que no mejora con el descanso y suele estar asociado a trastornos del sueño. Además de la condición física, la astenia puede afectar a la función cognitiva provocando pérdida de memoria y falta de concentración. Su origen puede ser psíquico, asociado a depresión, o físico (infecciones víricas, cambios en el sistema inmunitario, factores hormonales, enfermedades musculares, anemia, etc.). Otras posibles causas de astenia son el padecimiento de enfermedades graves de larga duración como el cáncer o enfermedades cardiacas. No se debe confundir la astenia con el síndrome de fatiga crónica. Esta última no se alivia con el descanso y no es causada directamente por otras enfermedades de origen psíquico. Un síntoma común es la fatiga intensa y suele ocasionar dolor muscular, mareos y falta de concentración. Es una enfermedad crónica que no tiene cura y su tratamiento se enfoca en el alivio de los síntomas. En ese sentido, los fármacos más empleados en el tratamiento de dichas enfermedades son los antidepresivos, ansiolíticos, corticoides, AINES y analgésicos entre otros.
Es bien sabido que el abuso de este tipo de terapia, y más si es a largo plazo, puede ocasionar muchos efectos nocivos para la salud. Por ese motivo, en MÉDERI NUTRICIÓN INTEGRATIVA hemos ideado una fórmula 100% natural, segura y eficaz a base de dos extractos vegetales: RHODIOLA ROSEA y GINKGO BILOBA que te ayudarán a mitigar los síntomas asociados a este tipo de enfermedades y a mejorar tu estado de bienestar general. Además hemos empleado cápsulas gastrorresistente que aseguran la liberación de los principios activos en el intestino delgado para una mejor absorción y mayor efectividad.
ROSA RHODIOLA
La Rhodiola rosea, comúnmente conocida como Rosa Rhodiola es una planta que crece en regiones muy frías, sobre todo en los países nórdicos, Rusia e incluso Siberia y Mongolia. Ha sido empleada durante muchos años en la medicina tradicional por sus propiedades estimulantes. Se conoce que los Vikingos la utilizaban para aumentar la resistencia y la fuerza física y mental necesaria para enfrentarse con éxito a las batallas. Más recientemente, la R. Rhodiola ha captado la atención de la comunidad científica por su potencial capacidad terapéutica como adaptógeno.
Los adaptógenos son sustancias naturales no tóxicas que tienen la capacidad de normalizar las funciones corporales y fortalecer los sistemas comprometidos por el estrés, aumentando de forma inespecífica la resistencia contra factores nocivos físicos, químicos, biológicos y psicológicos, equilibrando y modulando los sistemas neuroendrocrino e inmunitario. De esta manera, la R. Rhodiola actúa contrarrestando las señales estresantes y nos permite adaptarnos a situaciones de mayor tensión. Dadas sus propiedades ergogénicas y adaptativas se le atribuye la capacidad de mejorar el rendimiento físico y mental, reducir la fatiga y aliviar los síntomas de depresión.
Los preparados herbales de R. Rhodiola suelen hacerse empleando la raíz de dicha planta, ya que es donde se encuentran la mayor cantidad de principios activos, de entre los cuales cabe destacar los fenilpropanoides (como la rosavina, exclusiva de esta especie), los flavonoides (como las procianidinas) y los derivados del feniletanol (como el salidrósido y el tirosol). Dado su alto contenido en antioxidantes la R. Rhodiola ayuda además a reducir la acción de los radicales libres y nos previene del estrés oxidativo, ayudando a reparar el ADN dañado y retrasando el envejecimiento celular.
Las aplicaciones terapéuticas que se muestran a continuación se basan especialmente en los usos tradicionales de la planta. (1) Aunque todavía no existen suficientes estudios científicos que demuestren su eficacia, su extensa aplicabilidad ha hecho que cada vez encontremos en la literatura más revisiones que sugieren un beneficio para las siguientes patologías:
- Fatiga física y mental
- Recuperación muscular
- Depresión
- Trastornos del sueño y ansiedad
- Inmunidad y cáncer
- Pérdida cognitiva y neuroenvejecimiento
Según la EFSA “la Rosa Rhodiola contribuye a preservar una óptima actividad mental y presenta un efecto beneficioso en la fatiga”. Existen varios ensayos clínicos que demuestran que la administración repetida de extractos de Rhodiola ejerce un efecto antifatiga, incrementando el rendimiento mental (capacidad de concentración de individuos sanos) y reduce el agotamiento en pacientes con síndrome de fatiga crónica. (2) Resulta especialmente útil para tratar episodios asténicos y después de largos periodos de convalecencia. Actúa elevando los niveles de ATP y de creatina, fuentes de energía básica que necesitamos para poder realizar cualquier actividad física sin agotarnos.
Por sus propiedades ergogénicas, la Rhodiola es un complemento muy habitual entre deportistas ya que mejora la resistencia física y retrasa la aparición de signos de agotamiento. Contribuye al metabolismo energético normal estimulando la síntesis de glucógeno en músculos e hígado, potenciando de esta manera la recuperación de la función muscular cuando realizamos una actividad física intensa. (4)
El extracto de Rhodiola se emplea a menudo en medicina natural para el alivio de los síntomas relacionados con cuadros depresivos. (5) Dadas sus propiedades adaptogénicas y su impacto positivo en el sistema HPA (hipotálamo-pituitaria-adrenal) se cree que actúa modulando la respuesta al estrés central a través de su efecto sobre ciertos neurotransmisores al aumentar la producción de dopamina y serotonina. Además, parece aumentar los niveles de β-endorfinas ejerciendo un efecto protector contra la elevación de la endorfina inducida por el estrés. En definitiva, la R. Rhodiola ejerce su efecto antidepresivo al mejorar la neurotransmisión central y al reducir o modular la actividad excesiva del eje HPA. (6)
Existe cierta evidencia científica que indica que la R. Rhodiola podría emplearse para combatir el insomnio y la ansiedad leve. (7) Esto se debe a su interacción en el eje HPA, donde participa reduciendo los niveles de cortisol (hidrocortisona), una hormona esteroidea producida por la glándula suprarrenal. Esta hormona se libera como respuesta al estrés y altera el metabolismo celular, pudiendo ocasionar problemas para conciliar el sueño. (8)
Se necesitan más estudios en este campo para determinar su potencial actividad antitumoral. No obstante, el extracto de Rhodiola, en concreto los salidrósidos que contiene, parecen presentar una acción inmunoestimulante, antiinflamatoria, antioxidante y estimulan la reparación del ADN dañado. (9) Su alto contenido en antioxidantes facilita la eliminación de toxinas y radicales libres retrasando el envejecimiento celular. Además, la R. Rhodiola puede resultar de gran utilidad al mitigar los efectos secundarios que conlleva haber padecido un larga enfermedad como la fatiga, la ansiedad, la depresión y el estrés previamente mencionados.
Algunos estudios científicos han demostrado que la R. Rhodiola podría mejorar la función cognitiva (memoria y concentración) después de un tratamiento continuado y durante un largo periodo de tiempo. En personas de edad avanzada podría ser una alternativa natural para retrasar el avance de enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson (al aumentar los niveles de dopamina), la demencia senil o el alzhéimer. Su potencial aplicabilidad en estas patologías neuronales se debe a su alta eficacia eliminando especies reactivas de oxígeno (ROS) e inhibiendo la enzima óxido nítrico sintasa (iNOS) y la liberación de citoquinas proinflamatorias (IL-1β y TNF-α) que producen neuroinflamación. Además, parece reducir la excitotoxicidad neuronal y aumenta la proliferación celular debido a su efecto antiapoptótico. (10) No obstante, hace falta más investigaciones en este campo.
En la medicina tradicional china es común emplear extractos de R. Rhodiola en asociación a otras plantas para frenar la pérdida cognitiva y tratar diversos síntomas de envejecimiento.
Una de estas plantas es el Ginkgo Biloba.
GINGKO BILOBA
El Gingko Biloba es el extracto herbal más común empleado en fitoterapia como remedio natural para la demencia y el deterioro cognitivo. Estudios científicos demuestran que contribuye a promover un buen equilibrio nervioso y mental, retrasando el deterioro de la memoria asociado a la vejez. Cuando se emplea en combinación con Rhodiola sus efectos sobre la función cognitiva son más significativos que cuando se usan de manera independiente. (11)
Las propiedades medicinales del Gingko Biloba son atribuidas a sus principios activos, que se encuentran principalmente en las hojas: glucósidos flavonoides (derivados del kenferol y quercetol), lactonas terpénicas (ginkgólidos y bilobálidos) y fitosteroles. Aunque el modo de acción no se ha elucidado completamente hay evidencia de que estas moléculas poseen efectos neuroprotectores en la enfermedad de Alzheimer al reducir la acumulación de fibrillas amiloides. (12) Además mejora el flujo sanguíneo actuando como agente vasodilatador a nivel periférico, reduce la viscosidad de la sangre y es un excelente antiagregante plaquetario. Por sus propiedades antioxidantes también actúa combatiendo el estrés oxidativo neuronal, reduciendo la peroxidación lipídica y ayudando a mantener la fluidez e integridad de las membranas celulares.
Por todo ello, el Ginkgo Biloba puede ser una alternativa natural y eficaz para tratar trastornos asociados a una mala circulación sanguínea y mitigar los síntomas de insuficiencia cerebrovascular leve y/o moderada. Estos síntomas incluyen dificultades para concentrarse, pérdida de memoria, migrañas, falta de energía, mareos, ansiedad, percepción de pitidos en los oídos, decaimiento, etc.
En medicina tradicional el Gingko Biloba se ha indicado para el tratamiento de embolias y derrames cerebrales, arterosclerosis, trastornos venosos como varices y hemorroides, tinnitus, enfermedades cardiacas y oculares, impotencia, insuficiencia cerebral crónica y enfermedades asociadas con la demencia y pérdida de memoria a corto plazo. (13) También se ha demostrado su eficacia para el tratamiento de cuadros depresivos. Varios estudios con modelos animales demostraron que mejora la neurotransmisión de sistemas dopaminérgicos y colinérgicos e incrementa la densidad de receptores cerebrales muscarínicos y serotonérgicos. (14)
En definitiva y por todo lo comentado anteriormente, quedan demostradas las bondades de ambos extractos herbales (Rhodiola Rosae y Ginkgo Biloba) para el mantenimiento de una buena salud física y mental. Por ello, en Méderi Nutrición Integrativa hemos ideado un producto a base de ambos extractos con el objetivo de mejorar el estado de bienestar físico y mental de las personas, siempre desde un punto de vista responsable y apostando por el mantenimiento de una dieta sana y equilibrada y por un modo de vida saludable.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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